Las botellas de plástico se utilizan comercialmente por primera
vez en 1947, pero se mantuvo relativamente caro hasta la década de 1960, cuando
se introdujo el polietileno de alta densidad. Rápidamente se hicieron populares
entre los fabricantes y los clientes debido a su naturaleza ligera y relativamente bajos costos
de producción y de transporte en comparación con botellas de vidrio. Sin embargo, la mayor ventaja de las botellas
de plástico sobre el vidrio, es su superior resistencia a la rotura, tanto en
la producción y el transporte. Excepto para el vino y la cerveza, la industria
alimentaria ha sustituido casi por completo de cristal con botellas de
plástico.
La gran mayoría de las
botellas de plástico están hechas de polietileno (PET), producido a base de petróleo, la
extracción del cual es una enorme fuente de emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, la producción de plástico genera gases tóxicos que acaban emitiéndose a
la atmósfera.
Las botellas también pueden estar hechas de plástico
“biológico”, un producto proveniente de materiales vegetales como el maíz o
la remolacha azucarera que no deja por ello de ser un enorme consumidor de
agua, además de utilizar tierras de cultivo en detrimento de la producción de
alimentos.
Fuentes
- http://www.ladyverd.com/
- https://en.wikipedia.org/